La Cueva de Altamira se encuentra en Santillana del Mar, en Cantabria. Es llamada la Capilla Sixtina del arte rupestre debido a sus techos polícromos. En 1985 se declaró Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Hoy te diremos por qué visitar la cueva de Altamira, cuáles son las maravillas prehistóricas que esconde tan celosamente y por qué viajar hasta este espectacular rincón del norte de España.
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Historia de Altamira
Hace más de 22.000 años fue la primera ocupación de la cavidad, prueba de ello son restos de huesos y objetos que allí se hallaron. Pero debido a un derrumbe la entrada de la caverna quedó sellada hace 14.000 años, hecho que ayudó a que los grabados y pinturas estuvieran tan bien conservados cuando los encontraron.
Grabados del Homo Sapiens del Paleolítico Superior, pinturas en rojo que representan caballos, una cabra, manada de bisontes, figuras abstractas, etc. son algunas de las representaciones de hace 15.000 años aproximadamente.
La mayoría de las pinturas y grabados pertenecen a la llamada escuela franco-cantábrica, cuya característica principal es el realismo de sus representaciones.
Descubrimiento de Altamira
En 1.868 fue descubierta la Cueva de Altamira por Modesto Cubillas, un tejero asturiano que se encontraba cazando por aquellas tierras y halló la entrada de la cavidad al liberar a su perro, que había quedado atrapado en unas gritas de las rocas al intentar alcanzar su presa. Entonces la noticia del descubrimiento de aquella cueva no transcendió, ya que la zona estaba repleta de grutas, y una más no suponía gran novedad.
Cubillas informó del hallazgo a Marcelino Sanz de Sautuola, un apasionado de la paleontología, quien en 1.879 acudió a explorar por segunda vez la cueva, esta vez acompañado por su hija María, de 8 años.
Mientras Sautuola se encontraba en la entrada de la gruta, su hija María gritó, ¡Mira, papá, bueyes!
Fue su hija María quien realmente descubrió las pinturas rupestres. Sautuola no daba crédito a lo que estaba viendo. Una auténtica joya del paleolítico.
La cueva se encuentra junto a una colina calcárea de origen pliocénico. Su situación era estratégica para los cazadores, debido a que podían divisar gran extensión del terreno y tenían una escondite para refugiarse a la vez.
Este fue el primer conjunto de pinturas de la prehistoria en ser descubierto.
En 1.917 la cueva se abrió al público. Debido al deterioro que sufrió por las visitas continuas, se limitó su acceso, y se hizo la Neocueva, una réplica muy respetuosa de la original.
Visita a la cueva de Altamira
Actualmente se visita el Museo de Altamira y la Neocueva y desde 2.002 se ha restringido el acceso a la Cueva de Altamira original a un grupo reducido de sólo 5 personas una vez a la semana, los viernes. Pero no se puede reservar ni comprar entradas.
La elección de las personas que tendrán el privilegio de entrar en La Cueva se hace entre los que compren su entrada para visitar el museo entre las 9:30 y las 10:30 de la mañana. El sorteo se celebra a las 10:40, y las 5 personas elegidas podrán disfrutar de una visita de 37 minutos, siempre que respeten las condiciones especiales.
El minucioso protocolo de seguridad exige llevar indumentaria especial, monos, guantes, gorros y mascarillas. No se puede tocar la piedra ni hacer fotos, y deberán tomar la temperatura continuamente los especialistas que acompañen a los afortunados que visiten la cueva.
Museo de Altamira
Aunque no tengáis el privilegio de poder visitar la Cueva de Altamira original, tanto el Museo como la Neocueva son muy interesantes y dan buena muestra de la vida que allí hubo hace tantos años, y sigue quedando representada en sus piedras.
Una casa de montaña construida para la exposición y conservación de los objetos descubiertos en las excavaciones y como vivienda de su guarda fue el primer edificio al servicio de la cueva de Altamira.
Sus visitas aumentaban con tanta rapidez, que a mediados del siglo XX se tuvo que construir otra sede y en los años 70 y tres edificios anexos para recibir visitas, así como un área de descanso.
El Museo Nacional y Centro de Investigación de Altamira fue construído en el año 1.979 por el Ministerio de Cultura. El objetivo del Museo era y es mejorar la gestión y conservación de la cueva de Altamira.