Tanzania presenta en su geografía un crisol de paisajes en el que podemos encontrar desde una de las llanurasmás espectaculares que la naturaleza nos muestra como es en el Parque Nacional Serengeti, hasta el cráter de Ngorongoro, sin olvidarse de las playas de arena blanca en la isla de Zanzíbar.
El Parque Nacional Serengeti ofrece la cara más salvaje de la naturaleza, la lucha por sobrevivir de los animales. Una lucha que comienza con la migración. Y es que el ir y venir de más de un millón de ñus y cebras por las llanuras del parque no pasa desapercibido para los depredadores como leones y las hienas. Un espectáculo de la naturaleza en su versión más salvaje en el que la supervivencia es el único fin. Es Patrimonio de la Humanidad desde el año 1.981.
El cráter de Ngorongoro crea un decorado solamente imaginado en sueños. Y es que búfalos, hienas, leones, o el rinoceronte negro, conviven en este lugar. En medio de un cráter volcánico de 600 metros de profundidad y más de 20 kilómetros de diámetro. Esta zona fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1.979.
Y la isla de Zanzíbar con su ciudad principal, Stone Towm o “Ciudad de piedra”, que en el año 2.000 fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Sus playas de arena blanca hacen de la isla un enclave paradisiaco. Es famosa por la producción de especias como la vainilla, canela o clavo.