Un ligero pero muy sentido conglomerado de opciones se pueden mostrar a quienes como usted consultan qué ver en Parma, una de las ciudades italianas más serenas pero a su vez revestidas con esa historia de la Piu bella del Mondo. He aquí algunas opciones para un viaje exprés de dos días en las que de seguro se satisfarán.
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Llegando, habrá ya mucha belleza qué ver en Parma
La idiosincrasia, las estructuras antiguas y el modernismo son parte de lo qué ver en Parma a diario, creando una mescolanza entre lo habitual y la cordialidad, partiendo desde la estación de trenes de Ventimiglia y realizando un cambio de tren en Milán en el cual sugerimos subir a un Frecciabianca o sus modelos superiores que son más cómodos y veloces que los que de costumbre transitan por las regiones italianas. Su llegada a Parma es el principio del disfrute de un ambiente cordial.
Conocer el centro de la ciudad
Como la estructura italiana toda, está estructurada por edificios antiguos con mejoras electrónicas y haciendo vida con negocios modernos que no desarmonizan con el entorno. Hay muchas calles, callejones, casas fina y educadamente decoradas que ayudan a interiorizar la calma y tomar selfies excepcionales.
Lo que más encontrará son negocios de venta de quesos y jamones, además de Trattoria¸ donde disfrutar la comida en porciones en extremo generosas con el más grande sabor tradicional italiano. Es común el poder degustar en las bancas de la ciudad de ricos helados con forma de flor, una gentileza en especial para niñas y damas. Las cafeterías son otros lugares de disfrute, donde asisten cuentacuentos, músicos, arlequines y malabaristas a crear plácemes a habitantes y turistas.
Edificios religiosos, dignos qué ver en Parma
En la Catedral de Parma, ubicada en la Piazza Duomo, una iglesia que combina los estilos románicos, gótico y Lombardo con elementos agregados posteriormente y que datan de la época del Renacimiento. Abierta para toda persona. Ante lo oscura que es, sí desea tomar fotografías deberá depositar un euro de colaboración para que se enciendan las luces el tiempo suficiente para algunas fotos. Debe evitar el flash para no afectar los cuadros allí presentes, entre ellos una reproducción de “El Beso de Judas”.
Al lado de la Catedral de Parma se encuentra el Baptisterio Benedetto Antelami, un edificio destinado al bautismo cristiano que data del siglo XIII, considerado una joya arquitectónica del cual sobresale el mármol rojo con el que está recubierto. Si usted busca qué ver en Parma que sea económico, le aconsejamos no entrar porque cobran unos diez euros por ello (destinados íntegramente a su conservación).
Qué ver en Parma que sea tradicionalmente entretenido
Es imperdonable el perderse el Castillo de las Marionetas también conocido como Castello dei Burattini donde se admira la colección de marionetas de Giordano Ferrari quien realizó un repositorio cronológico de este entretenimiento nacido en la época medieval.
Otro lugar impresionante es el Teatro Farnese que en la actualidad ha sabido conjugar lo clásico, tradicional y moderno para el beneplácito de todos los grupos sociales deseosos de qué ver en Parma con calidad, siendo uno de los más prolijos en producción, montaje y puesta en escena de obras diversas en toda la región italiana. No se permite tomar fotos con flash, debido a que interrumpe el desempeño de artistas, músicos y cantantes.
En octubre de cada año cientos de escuelas de canto de Europa e invitadas de Asia y América hacen vida en el fastuoso Festival Verdi donde se homenajea al famoso compositor.
Contacto con la naturaleza
Hay que aclarar sobre qué ver en Parma: Paz, quietud e integración. Es un lugar para recuperar energías y revitalizarse, por ello un paseo de dos días es suficiente para una renovación exitosa, especialmente si visita el Palacio Jardín o Palazzo Ducale, un palacio residencia que fue diseñado para visitas hospedadas aunque actualmente sólo es lugar de entretenimiento, paseos a pie, bicicleta o monopatín.
Para quienes buscan qué ver en Parma y que el viaje les sea rendidor, les recomendamos hacer los pasajes a pie con la orientación del guía del hotel donde estén o de ser posible alquilen bicicletas tradicionales o bicicletas suecas (sin pedales) para realizarlos. Los tours y taxis en Parma son en extremo costosos.
También han de tener sus datos del teléfono móvil al tope, ya que en los hoteles el servicio de WiFi no está integrado a todos los paquetes de las habitaciones; igual le cobrarán por su uso en los negocios.